Lo que se propone en este trabajo es analizar la situación de la cadena industrial automotriz desde el estallido de la crisis económica mundial (en 2008, en Estados Unidos) hasta la actualidad e identificar el reflejo de la crisis en los puestos de trabajo de esa matriz productiva. A la crisis económica de finales de la primera década del siglo XXI se suma la crisis política que se profundizó tras las elecciones de 2014 en el país. Para ello, se replica el modelo adaptado, utilizado en otros lugares, mapeando la cadena productiva automotriz (Torres & Cário, 2012; Dulci, 2015, 2018) de los clústeres brasileños. El objetivo aquí es identificar qué trabajadores fueron despedidos por las automotrices, cuáles se mantuvieron y qué actividades económicas fueron las más afectadas. La hipótesis es que los trabajadores directamente vinculados a la producción, con menor demanda de calificación, son los primeros en ser despedidos. Por ello, se simplifica aquí la formulación de Adalberto Cardoso (1998), en un trabajo que analiza la reestructuración sistémica y la experiencia acumulada frente a las competencias adquiridas en la calificación formal, para volver a ensayarla en un contexto crítico, en el que la crisis es externa a la configuración productiva per se, pero al mismo tiempo afecta y es afectada por las posibilidades de reconfiguración productiva. Por lo tanto, elegimos para ilustrar la situación brasileña la estrategia comparativa, con dos “nuevos” territorios automotrices (el sur del estado de Río de Janeiro y el polo industrial de Camaçari, en Bahía), contra el territorio “tradicional” del Gran ABC Paulista. , con el fin de investigar si existen diferencias en el comportamiento empresarial en plantas que pasaron por procesos de reestructuración en relación a las ya instaladas en las formas más modernas. Los datos utilizados comprenden los años 2007 a 2017 (el año inmediatamente anterior a la crisis internacional y el año más reciente con información disponible, respectivamente).